viernes, 5 de noviembre de 2010

PARIS, EL SUPERMERCADO VIVO


A tan sólo 20 minutos de Paris, de la Torre Eiffel o del Puente Nuevo, se encuentra la “Le Ferme de Viltain” o la granja de Viltain, un espacio abierto al público, donde familias enteras dedican sus domingos a cosechar su propia comida.
La Granja está abierta todo el año y según la estación, la gente puede llegar a cultivar mayor o menor cantidad de frutas o verduras propias de la región.
El terreno cuenta con diversos espacios, la verdulería, la lechería, la frutería y la tienda del lugar. A la entrada, decenas de carretillas están a disposición de todo el público.
Nosotros llegamos y empezamos el recorrido como cualquier parisino en domingo. Tomamos una carretilla y paseamos el lugar. Primero entramos a la verdulería. Es un terreno dispuesto a la cosecha de diversas verduras, legumbres y hortalizas. Cada hilera de tierra lleva un cartel con el producto que ahí se encuentra. Mientras caminamos por el lugar, encontramos que debajo de las plantas están creciendo los tomates, pimientos, berenjenas o calabazas que la gente va cosechando. No hay cuidadores ni policías controlando nada. La gente es libre de tomar la cantidad de verduras que se le apetezca y llenar su carretilla.
En el sector de las frutas, arbustos repletos de moras y frambuesas nos esperan. Apresurados nos dedicamos a comer más de lo que cosechamos. “¿No es mucha pérdida de producto para el agricultor?” le preguntamos a Gonzalo, un boliviano que vive en París hace varios años y que dedica muchos de sus domingos a cosechar su propia comida. “La cantidad de productos que la gente consume mientras los cosecha está contemplada en los gastos del agricultor, pues el ahorro de transporte y mano de obra, es lo que da el beneficio al negocio” nos contesta.
Por supuesto, aquí no existe ningún tipo de intermediario entre el agricultor y el consumidor, es el agricultor mismo quien abre las puertas de su granja para que semana a semana, sea el consumidor quien coseche el producto que va a consumir y lo lleve hasta su casa. “Parte del producto también se estropea o se hecha a perder al momento de cosecharlo, dado que la gente no conoce cómo hacerlo, pero esto aún no afecta el costo-beneficio del agricultor. Además la oportunidad de que los niños aprendan a cosechar las verduras y vean cómo crecen, no tiene precio” nos comenta Gonzalo mientras llenamos las pequeñas canastas con tiernas y exquisitas moras y frambuesas.
Después de dar el paseo por el sector de frutas y verduras, entramos a la lechería donde varias vacas pueden ser alimentadas libremente para luego ser ordeñadas y tener leche fresca de vaca feliz, como aquí son llamadas las vacas que comen sanamente, crecen en espacios amplios y no son maltratadas.
Por último uno se dirige a la balanza donde todos los productos son pesados para luego pagar por la cantidad obtenida. Y por si fuera poco, si uno desea, se puede acercar a la tienda de la granja donde diversos productos orgánicos están a la venta, desde quesos frescos, hasta conservas y fiambres, todos elaborados en el lugar.
Nos impresionó ver la cantidad de gente que asiste cada fin de semana a este lugar, uno de muchos espacios similares que abren sus puertas a que la gente coseche fruta y verdura fresca cultivada sin químicos, y que además puedan tener una mañana diferente al aire libre mientras los niños se divierten cosechando y aprendiendo del campo.¡Esto es mejor que ir de compras al supermercado, porque aquí todo está vivo¡
Con las canastas llenas de frutas y verduras frescas, decidimos degustar un delicioso Ratatouille a la Viltain. Bonn Apetite!

Brújula
Paris es la capital europea más visitada diariamente.
Para mayor información sobre “La Ferme de Vilatain” visitar: http://www.cueillettedeviltain.fr/

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