lunes, 20 de septiembre de 2010

Quinta Parada: TAMERA, el corazón del cambio


Tamera es una comunidad creada hace más de 15 años situada al sur de Portugal, cerca de la ciudad de Faro, a unos 30 km de la costa portuguesa. Mientras llegamos en tren, el lugar se ve bastante árido, pero de repente aparece Tamera y sus lagos como un oásis en el desierto. En ella habitan actualmente alrededor de 150 personas, además de aquellos que vamos de visita o a tomar los talleres que imparten.
Apenas llegamos, la gente salió a recibirnos emocionados de que algunos bolivianos lleguen a la comunidad. En Tamera existe un especial cariño por Bolivia y su gente. Después de conversar un poco salimos a conocer la comunidad y todos los centros que tienen, cosa que no iba a ser fácil pues las 150 hectáreas y las múltiples tareas y actividades que tienen, no alcanzarían con un simple paseo, pero aún así lo intentaríamos. Sin saberlo, un gran cambio en nosotros se estaba gestando.
Lo primero que visitamos fueron los múltiples lagos que existen en Tamera, ya que todos ellos han sido creados artificialmente - ¿Por qué crear lagos artificiales? – les preguntamos – Tamera planea llegar a ser un Biotopo de Sanación para la tierra, los animales, las plantas y los seres humanos. La tierra de la península ibérica se ha vuelto desértica con el paso del tiempo y el deterioro medioambiental, pero no es su esencia serlo, lo único que nosotros estamos haciendo es ayudarle a la tierra a sanarse y devolverle el agua que necesita – nos contestó una de las encargadas del proyecto. La respuesta nos dejó impactados, la idea de crear un espacio de Sanación para el planeta nos dejó más intrigados aún.
De ahí nos dirigimos al espacio de los Animales, donde por ahora se está trabajando con caballos – Aquí los caballos no tienen riendas, montura ni látigo, no necesitamos amaestrarlos para poder montarlos. Los animales están aquí para ayudar a los seres humanos y los seres humanos para ayudarlos a ellos, en una armonía completa, mientras entendamos esto, los animales van a cooperan con nosotros sin ningún tipo de presión ni obligación – nos explicó Almut, la encargada de este proyecto, mientras se comunicaba con su yegua blanca con unas simples indicaciones con la mano y la boca, y ella, para nuestro asombro, hacía caso a todo.
La relación armoniosa con los animales es otro de los grandes logros que Tamera está construyendo, incluso nos contaron que cuando llegaron a esta tierra, las ratas eran quienes habitaban el lugar – Entender que no son una plaga, sino que éste era su espacio antes que el nuestro, nos ayudó a comunicarnos con ellas. Para ello les construimos lugares especiales donde podían estar sin la necesidad de entrar a nuestras casas, y las ratas lo están entendiendo, así todos convivimos en armonía – nos explicó Silke, otra de las personas que trabaja en el proyecto de Permacultura – Lo mismo sucede con las plantas – nos explicaba mientras entrábamos al Huerto Orgánico – Si entendemos que todo convive en armonía en la naturaleza, no sembraríamos monocultivos donde ninguna planta ayuda a la otra a conservar la sombra, ni se ayudan mutuamente a combatir algunas plagas, por lo tanto, no tendríamos la necesidad de usar pesticidas, ya que si existe una enfermedad en la planta, es porque está manifestando alguna disconformidad, o le falta agua o algún nutriente que no tiene, por eso es importante observar mucho nuestro alrededor y entender la armonía que existe, si se rompe esta armonía es que empieza la enfermedad – nos dijo sonriendo.
La emoción de escuchar tan magníficos proyectos nos tenía inmensamente sorprendidos, y aún quedaba mucho por ver en la comunidad.
La Aldea Solar es otro de los proyectos, un laboratorio donde se está experimentando con la luz solar para crear energía para la cocina, para la vivienda e incluso para los invernaderos y el riego de las plantas – La luz del sol es nuestra energía vital más poderosa, es dios, y poder comunicarse con esta energía para el beneficio de todos es nuestra labor – nos decía Paul, el responsable de este proyecto.
El lugar de los niños fue otro espacio que nos encantó conocer, pues ahí los niños viven en comunidad, como sus padres, pero en un espacio sólo para ellos, donde los y las encargadas velan por sus cuidados – Es importante que el niño crezca entendiendo desde pequeño que es la comunidad, que sepa colaborar con sus compañeros y que comprenda que su familia es más grande que sólo sus lazos sanguíneos – nos comentaba Yana, una de las encargadas del lugar.
Tal vez escuchar conceptos como éstos aún nos parezca raro, pero en Tamera se está intentando construir algo sin precedentes aún, un modelo para el futuro, donde la principal búsqueda de todos, es la cultura de paz. Mientras no se cultive la paz entre los seres humanos y entre los seres humanos con las plantas, los animales, la tierra o el agua, seguirá existiendo guerra en el mundo, y por tanto devastación – Una ecología no violenta no puede ser desarrollada sin desarrollar primero una nueva forma de relacionarnos con nuestra propia naturaleza- proclama Dieter Duhm, uno de los fundadores de Tamera. De ahí la importancia de aprender a vivir en comunidad, que es la primera puerta que hay que pasar para aprender a vivir en armonía con los animales y las plantas – Mientras no haya paz en el amor, habrá guerra en el mundo – nos dijo Dieter Duhm en una hermosa entrevista junto a uno de los lagos que brillaba con el sol y donde las golondrinas han vuelto a migrar y donde los peces han vuelto a nacer y donde las plantas han vuelto a crecer. Esto y más es Tamera.

Brújula
Quién sea que quiera aprender más sobre Tamera y estudiar gratuitamente online en la Escuela del Futuro, contactar con Monika Berghoff: monika.berghoff@tamera.org

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cuarta Parada: Valle de Sensaciones donde la arcilla toma cuerpo


Llegamos a un paraje escondido entre pequeñas montañas donde una vertiente de agua oxigena el valle y propicia que muchos árboles lo cobijen. Sigue siendo verano y el calor es todavía agobiante. Achim nos recoge, nos lleva a pasear el lugar y nos invita a sentirlo – “Nos encontramos en un rato para comer” nos dice y se va dejándonos en nuestra pequeña casa octagonal hecha de arcilla. Pero ésta no es la única de su estilo, el lugar está lleno de construcciones ovaladas, octagonales, amorfas; unas sobre los árboles y otras sobre las lomas, unas que se mecen y otras que cobijan.
Seguimos paseando el lugar y encontramos que cada rincón de este Valle tiene algún secreto que revelar. Encontramos la Rueda de la Medicina que un Chamán la usa dos veces al año para hacer ceremonias de reconexión con la Tierra. Más allá encontramos el rincón de Buda donde todas las mañanas, Rajma la compañera de Achim, da sesiones de Yoga. En el paso a ambas, una cascada refresca a los visitantes. No cabe duda que el lugar no podría tener un mejor nombre que Valle de Sensaciones.
En la mesa nos esperan todos sentados y Achim tiene un bastón en la mano - “Es el Bastón de la Palabra” nos dice, - “Ayuda a que todos los integrantes de la mesa puedan hablar y comunicarse con sinceridad” - La sesión comienza y nos toca contar a todos la aventura de Los Hijos del Fin del Mundo. Poco a poco, con Emiliano, nos vamos dando cuenta que el viaje no ha sido fácil de llevarlo en pareja.
Ya es de noche y la casita octagonal nos invita a dormir. El sueño es placentero. En la mañana nos encargamos de visitar nuevamente cada rincón y de averiguar la razón de ser de cada espacio y cada forma. Todas las casas aquí están construidas de arcilla, ya que el lugar tiene mucha en los alrededores - “Arcilla y muy poca paja para que se compacte, nada más” - nos explica Achim . La arcilla es muy moldeable y se pueden lograr formas muy variadas en cada espacio. Nada aquí es recto - “Me gusta seguir las formas de la naturaleza, ella es la que me guía al empezar a crear” - nos dice Achim. Las ventanas se acomodan a las formas de los troncos y los techos siguen la simple ley de inercia física sosteniendo un palo sobre otro sin ningún tipo de sostén ni columna. La piscina que hay en el medio del Valle está hecha de llantas viejas las cuales se recubren con piedra y barro, y dos canales, uno de entrada y otro de salida de agua, permiten que la piscina se conserve limpia. Los baños secos mezclados con aserrín, - “Son un verdadero ahorro de agua, ya que pensar en usar agua limpia para botar los deshechos orgánicos, es una tontería”- nos aclara Achim - “De esta manera se los aprovecha y se los usa como fertilizante para la tierra”.
La luz se la toma de paneles solares que dan la energía a todo el Valle, inclusive para el uso de computadoras e internet durante todo el día. Es por eso que Achim se puede quedar trabajando largas horas en una cueva que ha cavado en uno de los montes del Valle. “Pronto planeo hacer una cueva más grande, con dos pisos y varios dormitorios, donde la gente pueda venir a crear e inspirarse”. Valle de Sensaciones es sin duda un espacio que ha logrado unir arte y ecología a la vez. Todos los espacios tienen figuras talladas en madera o arcilla, hay instrumentos musicales gigantes colgados en los árboles y hay espacios para el descanso y la inspiración.
Uno de los inventos de Achim es la lavadora-bicicleta, o lo que él llama como El Bicho, una lavadora que ha sido adaptada para usar la energía del ser humano para lavar. “Uno coloca la ropa y mientras hace ejercicio, se lava. No se necesita electricidad, es saludable y ecológico” nos comenta Rajma.
El segundo día en el Valle, junto a Emiliano, decidimos experimentar todas las casas que hay y ver cuál nos gustaba más. En cada una de ellas haríamos una nota especial frente a cámaras. El resultado fue todo un experimento energético y de sensaciones.
La primera casa octagonal donde dormíamos nos daba mucha paz y tranquilidad, la casa en el árbol que se mecía nos trajo mucha inestabilidad y finalmente la casa ovalada nos ocasionó una gran pelea.
Salimos de la rutina bastante exhaustos y Achim nos dijo que lo mejor sería llevarnos al baño de arcilla y luego a la Rueda de la Medicina. Y así fue. El baño de arcilla es meterse desnudos a la piscina de arcilla que el lugar tiene entre los matorrales, dejarse secar por el sol y luego bañarse en la cascada. La experiencia fue una verdadera limpia interna y externa, ya que el barro es muy bueno para esto. Y terminar con la Rueda de la Medicina, donde el uso del Bastón de la Palabra propició una nueva comunicación entre todos, terminó sanándonos mucho.
No cabe duda que esto es un Valle de Sensaciones, donde hablar sinceramente, bailar con la luna, dormir en un octágono y bañarse en arcilla, en un ambiente totalmente natural, son parte primordial del conocerse a uno mismo, antes de intentar conocer el mundo.